Llegar a Praga es más fácil de lo que parece.
Está en pleno corazón de Europa, bien conectada por avión, tren y bus, así que tienes varias formas de plantarte en la ciudad sin complicaciones.
En esta guía te contamos las opciones más prácticas: desde España en vuelo directo, en tren desde ciudades vecinas como Viena o Berlín, y también cómo moverte desde el aeropuerto al centro.
La idea es que compares tiempos y precios para elegir lo que más te convenga.
Y ya que hablamos de logística, después de leer esto te vendrá bien repasar qué ver en Praga para cuadrar bien tu itinerario y no perderte nada.
Cómo llegar a Praga desde España
Lo más sencillo es volar.
¿Y cómo llegar a Praga en avión?
Desde Madrid y Barcelona hay conexiones directas todo el año, y en verano se suman otras ciudades como Málaga, Valencia, Alicante o Bilbao.
El vuelo dura unas tres horas, así que en lo que ves una peli ya estás en la República Checa.
Si sales de Madrid, lo más recomendable es un vuelo directo. Ahora bien, si lo que buscas es ahorrar, también puedes mirar combinaciones con escala corta en Viena, Berlín o Múnich y completar el trayecto en tren o autobús. A veces merece la pena.
Desde España en general, la clave para pagar menos está en jugar con las fechas.
Volar entre semana suele ser más barato y, si reservas con antelación, las tarifas bajan bastante.
Eso sí, ojo con las low cost: los precios de salida son muy atractivos, pero con maletas y extras a veces se acercan al de una aerolínea tradicional.
Si quieres hacerte una idea clara del gasto total de tu viaje, échale un vistazo a nuestra guía de presupuesto en Praga, donde detallamos lo que cuesta moverse, dormir y comer en la ciudad.
Cuando aterrices, seguramente llegues a la Terminal 2 del aeropuerto de Praga (la zona Schengen). Ahí los trámites son rápidos y enseguida podrás coger transporte al centro.
Te lo contamos más abajo.
Cómo llegar a Praga barato
Si lo que quieres es gastar lo mínimo posible, hay varias formas de hacerlo.
La primera, obviamente, son los vuelos low cost.
Ryanair, Wizz Air y Vueling vuelan a Praga desde diferentes ciudades españolas y europeas. Con un poco de flexibilidad puedes encontrar billetes por menos de 50 €, sobre todo si viajas sin maleta facturada.
Otra opción es combinar vuelos y trenes.
A veces resulta más barato volar a Viena o Berlín y desde ahí tomar un tren hasta Praga. Son trayectos de 4 a 5 horas, cómodos y directos. Además, así aprovechas para ver otra ciudad en el camino.
El autobús es todavía más económico.
Empresas como FlixBus conectan Praga con un montón de ciudades europeas, incluidas Viena, Berlín, Múnich o Budapest. El viaje es más largo que en tren, pero los precios suelen ser imbatibles si reservas con tiempo.
Nuestro consejo es que actives alertas de precio y compares varias rutas en buscadores como Skyscanner u Omio.
No siempre la opción más obvia es la más barata, y con un poco de flexibilidad puedes ahorrarte bastante dinero en el trayecto.

Cómo llegar a Praga en tren
Moverte en tren por Europa Central es una gozada: rápido, cómodo y con paisajes que hacen que el viaje forme parte de la experiencia.
Si ya estás por la zona, puede ser la mejor forma de llegar a Praga.
La ruta más popular es la de Viena a Praga.
El trayecto dura unas 4 horas, con salidas frecuentes durante todo el día. Además, los precios son bastante razonables si reservas con antelación. Si te preguntas cómo llegar de Viena a Praga en tren, esta es sin duda la opción más práctica.
Desde Berlín también hay buenas conexiones.
El viaje dura unas 4 horas y media, con trenes directos varias veces al día. Es un trayecto cómodo, con asientos amplios y wifi a bordo, perfecto si quieres aprovechar el tiempo.
Si vienes de Múnich, el tren tarda unas 5 horas y ofrece la posibilidad de disfrutar de paisajes alpinos durante parte del recorrido. Desde Budapest, calcula unas 6 horas en tren directo, ideal si estás recorriendo varias capitales de Europa del Este.
Otra opción interesante, aunque menos rápida, es llegar desde Ámsterdam. No hay tren directo, pero puedes combinar con Berlín o Fráncfort y completar el viaje en unas 11 horas. Es un poco largo, pero viable si quieres hacerlo en plan Eurotrip.
En general, los trenes en esta zona son cómodos, puntuales y mucho más relajados que el avión.
Además, suelen llegar a la estación central de Praga (Praha hlavní nádraží), a un paso del centro histórico.
Cómo llegar a Praga desde el aeropuerto
El Aeropuerto Václav Havel (PRG) está a unos 17 km del centro y, aunque no tiene metro, hay varias formas sencillas de llegar a la ciudad.
La opción más barata es el bus público.
El 119 conecta la terminal con la estación de metro Nádraží Veleslavín en unos 20 minutos. Desde ahí, en la línea verde, llegas directo a Malá Strana o la Ciudad Vieja. Si tu destino es la Plaza Wenceslao, baja en Muzeum y estarás en pleno centro.
Otra alternativa es el Airport Express (AE). Es un bus especial que va directo desde el aeropuerto hasta la estación central de trenes. Tarda unos 35 minutos y cuesta un poco más que el bus normal, pero te deja a tiro de piedra de la mayoría de hoteles.
Si prefieres comodidad, los taxis oficiales son seguros y tardan unos 25–30 minutos hasta la Ciudad Vieja. El precio ronda los 25–30 €, aunque depende del tráfico. Para no liarte con cambios de moneda nada más aterrizar, también puedes reservar un transfer privado con precio cerrado, ideal si llegas de noche o viajas en grupo.
Otra opción bastante popular son los servicios de transporte compartido, como los shuttles que te llevan a la puerta del hotel por un coste intermedio entre el bus y el taxi. Son prácticos si llevas mucho equipaje y no quieres complicarte con trasbordos.
En resumen, para ir del aeropuerto de Praga a la ciudad tienes varias opciones según tu presupuesto y tus ganas de comodidad.
Si buscas lo más barato, quédate con el bus 119. Si prefieres rapidez y cero complicaciones, un transfer privado es la mejor jugada.
Otros consejos prácticos para llegar a Praga
Además de elegir avión, tren o bus, hay pequeños trucos que te ayudan a ahorrar tiempo y dinero:
- ✈️ Reserva con antelación: tanto vuelos como trenes o buses suben de precio cuanto más se acerca la fecha.
- 📅 Viaja entre semana: los martes y miércoles suelen ser los días más baratos para volar.
- 📲 Usa apps útiles: Skyscanner para vuelos, Omio para trenes y buses, y Google Maps para orientarte desde el aeropuerto.
- 🌦️ Ten en cuenta la temporada: en verano hay más vuelos directos desde España pero los precios suben; en invierno hay menos frecuencias pero suele ser más barato.
- 🎟️ Mira las webs oficiales: České dráhy para trenes checos y FlixBus para autobuses largos; ahí salen las mejores tarifas.
- 🏨 Planifica la llegada: ten claro cómo vas a ir del aeropuerto al centro y dónde vas a dormir para evitar prisas al aterrizar.
Preguntas frecuentes sobre cómo llegar a Praga
Antes de viajar siempre surgen dudas de última hora.
Aquí resolvemos las más comunes:
- ❓ ¿Cuál es la forma más barata de llegar a Praga?
Normalmente un vuelo low cost desde España o un bus de larga distancia desde ciudades cercanas como Viena o Berlín. - ❓ ¿Cómo ir del aeropuerto de Praga al centro de noche?
Lo más práctico es un taxi oficial o un transfer reservado con antelación. Hay buses nocturnos, pero con menos frecuencia. - ❓ ¿Se puede llegar en tren nocturno desde Berlín o Viena?
Sí, hay conexiones algunos días de la semana, aunque no son tan regulares como los trenes diurnos. Conviene mirar horarios en Omio o Deutsche Bahn. - ❓ ¿Cuánto cuesta un taxi del aeropuerto a la Plaza Wenceslao?
Entre 25 y 30 €, según el tráfico. Mejor pedirlo en el mostrador oficial del aeropuerto o reservar online para evitar sustos.
¿Entonces?
Llegar a Praga no tiene misterio: desde España lo más rápido es el avión, pero si ya estás viajando por Europa, el tren y el bus son opciones muy cómodas y económicas.
Una vez aterrices en el aeropuerto, tendrás varias formas sencillas de plantarte en el centro en menos de media hora.
Lo importante es que compares precios y elijas lo que más se ajuste a tu viaje.
Con un poco de planificación, tanto si buscas ahorrar como si priorizas comodidad, entrar en Praga será solo el primer paso para disfrutar de la ciudad.